La responsabilidad ambiental o prácticas verdes es parte fundamental de todo lo que hacemos, y nuestra vida laboral no debería ser la excepción.

Los recursos naturales son indispensables para la vida, sin embargo, el estilo de vida que la mayoría hemos adoptado nos hace pensar que estos serán infinitos y desafortunadamente no es así, ya que su desperdicio y uso inadecuado los hace cada vez más escasos.

Ante esta situación se requiere la implementación de prácticas verdes para cuidar los espacios empresariales y aprovecharlos eficazmente. Estas prácticas desarrollarán una cultura participativa entre los colaboradores para promover un programa de gestión y educación ambiental dentro de la empresa. La ventaja de dichas prácticas es que se pueden adaptar a las necesidades y demandas de la oficina.

Para comprender mejor las prácticas verdes que se mencionaran a continuación, es necesario tener claros los siguientes conceptos:

Reducción: disminuir la utilización de materias prima.

Reutilización: alargar el ciclo de vida de un producto mediante usos similares o alternativos.

Reciclaje: recuperación de un recurso ya utilizado para generar un nuevo producto.

La mayoría de las empresas, independientemente de su sector o de su tamaño, cuentan con una oficina o espacio de administración de algún tipo, por lo que existe la oportunidad de mejorar la eficacia medioambiental. El utilizar prácticas verdes dentro de los espacios de una empresa requiere un cambio de mentalidad en el consumo de papel, energía, agua o la reutilización de los residuos que se generen.  Estas, son factores clave que, si se gestionan adecuadamente, ayudarán a mejorar la situación ambiental e incluso podrán llegar a ahorrarle dinero a la empresa.

Las practicas verdes fundamentales que debemos implementar dentro de una empresa son las siguientes:

Uso eficiente de energía eléctrica:

• Apaga las luces que no ocupes, si sales por un instante apágala.
• Apaga tu computadora cuando te ausentes por un periodo largo.
• Desconecta los aparatos eléctricos que no uses con frecuencia.
• Usa la calefacción sólo si es necesario.

Uso eficiente del agua:

• Lavar las manos y los trastes de comida de forma rápida.
• Si ves una fuga, repórtala, ya que una pérdida continua de agua puede desperdiciar alrededor de 20 litros al día.

Reducción y separación de residuos:

• Separa basura orgánica e inorgánica reciclable y no reciclable y deposítalos en los contenedores adecuados.
• Procura no utilizar envases desechables.
• Encuentra centros de acopio para materiales de reciclado como papel o cartón.

Uso eficiente de materiales de oficina y aseo:

• Reutiliza papel, usa papel reciclado e imprime por ambos lados.
• Si no es necesario, no imprimas documentos y, si imprimes, que sea el número adecuado.
• Romper el papel antes de depositarlo en los contenedores reduce el volumen que ocupa.
• Utiliza productos de limpieza biodegradables.

Aprovechamiento de recursos naturales:

• Si el espacio de trabajo cuenta con entradas de luz natural asegúrate que durante el día las luces o lámparas no estén encendidas de no ser necesario.
• Aprovecha las ventanas para que haya un flujo de aire fresco, de esta manera se puede reducir el uso de aire acondicionado.

Al llevar a cabo estas prácticas verdes dentro de los espacios laborales, estarás aportando tu granito de arena y estarás contribuyendo al cuidado del medio ambiente desde tu lugar de trabajo.

Recuerda que es importante ser conscientes de los recursos que utilizamos en la oficina y que prácticas tan simples como las que aquí mencionamos contribuyen enormemente a reducir el impacto ambiental que tu empresa puede tener.

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